La preciosa obra, que tiene detrás a casi 300 donantes, se dio ayer a conocer El acto tuvo ambiente y supo a vísperas de la coronación.
El acto fue sencillo. Se usó el patio central de los Claustros, elección muy agradecida por la audiencia que mitigó los efectos de la calurosa noche. Intervinieron el hermano mayor y los orfebres, se descubrió la corona, colocada en un pedestal y cubierta con un paño rojo y se brindó con un jerez de honor, todo presentado por el periodista y cofrade de La Yedra Francisco Carlos Aleu, junto con la música de José Zarzana, al piano, la soprano Desiré Seglar y la violinista, Colette Babiaud que interpretaron los Ave María de Shubert y Cacchini, además el Adagio de Albinoni. Entre las autoridades civiles y cofrades hubo hermanos mayores, el presidente de la Unión de Hermandades, el delegado de Hermandades, el delegado de Turismo Cultura y Fiestas y el concejal de Eventos Culturales.
Antes de descubrirse la corona se proyectó un vídeo, realizado por Rafael Domínguez con la voz de Carlos Gonzalo, en el que la historia de la hermandad, sus nombres más importantes, sus gentes y su singular impronta se funden con la corona que ayer se presentó, sin dejar de lado el proceso de fabricación de la misma. Un detalle fue la inclusión en la producción audiovisual de la relación de las cerca de 300 personas, anónimas y no, devotos y cofrades de La Plazuela, que han donado dinero, oro y joyas para que la corona de La Esperanza sea una hermosa realidad.
La corona pesa 3,2 kilogramos, está fabricada en oro de 22 quilates. Su diseño presenta multitud de detalles y de formas que la hacen diferente a la vez que dotada de singularidad, saliéndose de los moldes clásicos creados hasta ahora para este tipo de piezas. Se compone, en sus partes más destacadas, de una cruz centrada en el resplandor, un detalle poco usual, se divide en canasto y ráfagas. El canasto es redondo y cónico con perchetes, pilastrillas, óvalos con hojas de yedra y los escudos del Papa, obispo de Jerez y el de la propia ciudad. En la trasera se observan símbolos relacionados con el Rosario. Asimismo, sobresalen seis imperiales adornados con volutas y hojas de acanto, soportando una bola del mundo y una cruz de la que salen ráfagas, escoltada por dos arcángeles. El resplandor de la corona es circular con doce rayos y óvalos que contienen representaciones iconográficas de la Letanía Lauretana.
Esta es a grandes trazos la corona que ya tienen en sus manos los cofrades de La Yedra para su Esperanza, que ya anoche dejó escapar por entre los recovecos de su rico repujado muchos de esos brillos que ya se funden con las emociones verdaderas de los cofrades que visten de verde y blanco su devoción.
Por Diario de Jerez:A pesar de haberse elegido el día de La Asunción, en pleno estío y en uno de los puentes festivos por excelencia, los Claustros de Santo Domingo se llenaron a rebosar para disfrutar de la presentación de la corona que le será impuesta a Nuestra Señora de la Esperanza el 14 de septiembre como el gran símbolo de su coronación canónica. No en vano, el acto de ayer fue a todas luces el inicio de las vísperas de ese gran acontecimiento, reuniendo en el antiguo cenobio dominico a cofrades de la Plazuela y de todo Jerez. La oferta no era para menos, ver en primicia el resultado final de año y medio de trabajo de los orfebres Hermanos Delgado, cuyo taller se ha ocupado de crear una pieza de gran belleza, calificativo que le viene dado, en buena medida, por su original diseño.
El acto fue sencillo. Se usó el patio central de los Claustros, elección muy agradecida por la audiencia que mitigó los efectos de la calurosa noche. Intervinieron el hermano mayor y los orfebres, se descubrió la corona, colocada en un pedestal y cubierta con un paño rojo y se brindó con un jerez de honor, todo presentado por el periodista y cofrade de La Yedra Francisco Carlos Aleu, junto con la música de José Zarzana, al piano, la soprano Desiré Seglar y la violinista, Colette Babiaud que interpretaron los Ave María de Shubert y Cacchini, además el Adagio de Albinoni. Entre las autoridades civiles y cofrades hubo hermanos mayores, el presidente de la Unión de Hermandades, el delegado de Hermandades, el delegado de Turismo Cultura y Fiestas y el concejal de Eventos Culturales.
Antes de descubrirse la corona se proyectó un vídeo, realizado por Rafael Domínguez con la voz de Carlos Gonzalo, en el que la historia de la hermandad, sus nombres más importantes, sus gentes y su singular impronta se funden con la corona que ayer se presentó, sin dejar de lado el proceso de fabricación de la misma. Un detalle fue la inclusión en la producción audiovisual de la relación de las cerca de 300 personas, anónimas y no, devotos y cofrades de La Plazuela, que han donado dinero, oro y joyas para que la corona de La Esperanza sea una hermosa realidad.
La corona pesa 3,2 kilogramos, está fabricada en oro de 22 quilates. Su diseño presenta multitud de detalles y de formas que la hacen diferente a la vez que dotada de singularidad, saliéndose de los moldes clásicos creados hasta ahora para este tipo de piezas. Se compone, en sus partes más destacadas, de una cruz centrada en el resplandor, un detalle poco usual, se divide en canasto y ráfagas. El canasto es redondo y cónico con perchetes, pilastrillas, óvalos con hojas de yedra y los escudos del Papa, obispo de Jerez y el de la propia ciudad. En la trasera se observan símbolos relacionados con el Rosario. Asimismo, sobresalen seis imperiales adornados con volutas y hojas de acanto, soportando una bola del mundo y una cruz de la que salen ráfagas, escoltada por dos arcángeles. El resplandor de la corona es circular con doce rayos y óvalos que contienen representaciones iconográficas de la Letanía Lauretana.
Esta es a grandes trazos la corona que ya tienen en sus manos los cofrades de La Yedra para su Esperanza, que ya anoche dejó escapar por entre los recovecos de su rico repujado muchos de esos brillos que ya se funden con las emociones verdaderas de los cofrades que visten de verde y blanco su devoción.