El nuevo párroco del templo, Diego Moreno, trabaja ya en reorganizar la plataforma y en "recuperar la feligresía del barrio".
Por Diario de Jerez.
El anuncio de la Diócesis de Jerez de hacerse cargo de las obras de la Iglesia de Santiago el pasado 31 de mayo fue "el pistoletazo de salida", como bien indicó el obispo José Mazuelos, para reabrir el templo lo antes posible. Dicho y hecho. Tras reunirse personalmente con las hermandades y asociaciones adscritas al barrio, el obispo hizo público el nombramiento del nuevo párroco de Santiago, un cargo desocupado desde el fallecimiento del recordado Pedro de la Herrán.
Su sucesor, el jerezano Diego Moreno Barba, ha comenzado ya a trabajar en la reapertura de uno de los emblemas arquitectónicos de la ciudad y al mismo tiempo recuperar "la feligresía del barrio", asegura.
Tras ejercer labor pastoral en diversas parroquias de la serranía de Cádiz (Setenil, Torre Alháquime y Prado del Rey), además de la Parroquia Nuestra Señora del Rocío y San Juan de Dios en Jerez, Moreno Barba aterriza de pleno en un barrio "emblemático" y que "se quiera o no es importante en la ciudad".
Desde que fue nombrado, el nuevo párroco trabaja insistentemente en "devolver la normalidad al templo, porque cada vez que entro se me caen los palos del sombrajo, como se dice aquí", comenta.
De momento, el Obispado continúa "con todo el proceso burocrático, aunque lo más importante, -declara-, es que se vaya a contar con el mismo arquitecto, eso nos hará ganar tiempo".
Ahora, y es el tema en el que ya trabaja junto a José Mazuelos, el objetivo es "poner de nuevo en pie la plataforma, que en su día se retiró porque la Junta no contaba con ella. Estamos reorganizándola y esperemos que en los próximos meses podamos empezar a promover actos".
A nivel personal, "para mí es un reto conseguir que la parroquia se abra de nuevo, soy jerezano y Santiago es un templo con solera", aunque no olvida que "lo importante también es recuperar la vida parroquial".
Pese a que la iglesia ha estado cerrada durante los últimos años, el actual ecónomo de la Diocésis confía en "que el barrio vuelva a comprometerse, ya hemos hablado con las hermandades y les hemos pedido colaboración porque ellas son fundamentales en esta lucha. Además, -prosigue-, mi antecesor hizo un gran trabajo durante años y eso no se va a perder, lo que pasa es que el cierre ha hecho que se disperse un poco la feligresía, nada más".
Su primer paso se ha fijado para el 24 de julio, "víspera de santiago", -explica-, cuando tiene previsto llevar a cabo "una eucaristía al aire libre" en la Plaza de Santiago y en la que espera contar "con el apoyo de las hermandades" del templo y de la feligresía.
Entretanto, hace una llamada "a todos los jerezanos para poder recuperar el templo. Sé que la situación actual es complicada, pero desde aquí quiero lanzar un mensaje para que todas aquellas personas y empresas con ganas de colaborar se pongan en contacto con nosotros. Tal y como está la cosa, todo nos va a venir bien", concluye.
Por Diario de Jerez.
El anuncio de la Diócesis de Jerez de hacerse cargo de las obras de la Iglesia de Santiago el pasado 31 de mayo fue "el pistoletazo de salida", como bien indicó el obispo José Mazuelos, para reabrir el templo lo antes posible. Dicho y hecho. Tras reunirse personalmente con las hermandades y asociaciones adscritas al barrio, el obispo hizo público el nombramiento del nuevo párroco de Santiago, un cargo desocupado desde el fallecimiento del recordado Pedro de la Herrán.
Su sucesor, el jerezano Diego Moreno Barba, ha comenzado ya a trabajar en la reapertura de uno de los emblemas arquitectónicos de la ciudad y al mismo tiempo recuperar "la feligresía del barrio", asegura.
Tras ejercer labor pastoral en diversas parroquias de la serranía de Cádiz (Setenil, Torre Alháquime y Prado del Rey), además de la Parroquia Nuestra Señora del Rocío y San Juan de Dios en Jerez, Moreno Barba aterriza de pleno en un barrio "emblemático" y que "se quiera o no es importante en la ciudad".
Desde que fue nombrado, el nuevo párroco trabaja insistentemente en "devolver la normalidad al templo, porque cada vez que entro se me caen los palos del sombrajo, como se dice aquí", comenta.
De momento, el Obispado continúa "con todo el proceso burocrático, aunque lo más importante, -declara-, es que se vaya a contar con el mismo arquitecto, eso nos hará ganar tiempo".
Ahora, y es el tema en el que ya trabaja junto a José Mazuelos, el objetivo es "poner de nuevo en pie la plataforma, que en su día se retiró porque la Junta no contaba con ella. Estamos reorganizándola y esperemos que en los próximos meses podamos empezar a promover actos".
A nivel personal, "para mí es un reto conseguir que la parroquia se abra de nuevo, soy jerezano y Santiago es un templo con solera", aunque no olvida que "lo importante también es recuperar la vida parroquial".
Pese a que la iglesia ha estado cerrada durante los últimos años, el actual ecónomo de la Diocésis confía en "que el barrio vuelva a comprometerse, ya hemos hablado con las hermandades y les hemos pedido colaboración porque ellas son fundamentales en esta lucha. Además, -prosigue-, mi antecesor hizo un gran trabajo durante años y eso no se va a perder, lo que pasa es que el cierre ha hecho que se disperse un poco la feligresía, nada más".
Su primer paso se ha fijado para el 24 de julio, "víspera de santiago", -explica-, cuando tiene previsto llevar a cabo "una eucaristía al aire libre" en la Plaza de Santiago y en la que espera contar "con el apoyo de las hermandades" del templo y de la feligresía.
Entretanto, hace una llamada "a todos los jerezanos para poder recuperar el templo. Sé que la situación actual es complicada, pero desde aquí quiero lanzar un mensaje para que todas aquellas personas y empresas con ganas de colaborar se pongan en contacto con nosotros. Tal y como está la cosa, todo nos va a venir bien", concluye.