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La procesión extraordinaria de la Virgen del Rocío hizo historia mariana
La Reina de las Marismas ya se encuentra en su Santuario. A las 8.45 cruzó el pórtico entre miles de fieles que la arropaban bajo el dintel. El sol brilló en un histórico alba que relució en este Bicentenario. Broche indeleble al Bicentenario y al Año Jubilar. Casi ocho horas de procesión extraordinaria, que nadie quiso perderse con una presencia multitudinaria en la aldea almonteña. Cada vivencia, cada instante, cada imagen ya está grabada con la tinta indeleble con la que se escriben los hitos. Instantáneas que fueron recogidas en el programa especial de CNH. Nueve horas de programación en riguroso directo para esculpir la belleza de esta celebración. Al rozar las nueve de la mañana, la Blanca Paloma posó sus alas en el altar y ya se descuentan las horas en busca de la próxima romería. Las últimas salves decoraron este epílogo, plagado en sus páginas de únicos y bellos momentos.

A las 8.30 horas, posó su grandiosidad en las puertas de la casa de la Hermandad Matriz. Requiebros le cantó por sevillanas en la mañana soleada. Última salve. Miles de fieles coparon cada rincón del pórtico del Santuario y abarrotaron el interior. Nadie quería perderse este hito que se escribe con tinta indeleble y con el imaginario colectivo que deja en el recuerdo perenne las imágenes de CNH.

La celebración del Rocío Chico añadía otra página más de la intensa devoción mariana, al cumplirse el bicentenario del voto de gracia que realizaron los almonteños en 1813 en agradecimiento la protección brindada en 1810 por su patrona durante la Guerra de la Independencia. De intensa belleza fue la procesión extraordinaria en ese amanecer de luz, cuando el sol también buscaba sumarse a la conmemoración con sus tímidos rayos del alba que acariciaban el rostro de la Reina de Almonte.

A la 1.05 comenzó la procesión extraordinaria con el salto a la reja antes de terminar el rosario. Los almonteños abrazaron con fervor a su Reina. Más tarde llegó el simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte, que estaba en la calle Carretas cuando se produjo el salto a la reja. Y la Virgen del Rocío buscó el dintel de la ermita. Salida de memoria histórica en estas líneas que ya copan las páginas de 200 años con la tinta de un hito inolvidable. Sobre peana plateada pero sin palio, buscó el abrazo fervoroso de almonteños y fieles. Las campanas vibraban en la noche. No era Lunes de Pentecostés. Era Lunes de Bicentenario. De iconografía decimonónica, de reina y de estilo bañado en el siglo XIX con ráfagas de rayos biselados, a juego con la corona y flores de talco, la Virgen del Rocío, portando el conocido traje de Montpensier, comenzó esta salida extraordinaria que culminó en las primeras horas de la mañana del lunes. Almonte, 200 años después, volvió a darle las gracias a su Protectora, a su Salvadora.
FUENTES:El Periodico de Huelva.
A las 12h de la noche, como si fuera una romeria tradicional, comenzaba el Rosario por parte de la Hermandad Matriz de Almonte. Pero los Almonteños tenian ganas de portar sobre sus hombros las andas de la Señora y antes de que llegara el simpecao de la Hermandad Matriz, los almonteños saltaban la reja y se hacian con las andas de su Señora, eran las 1, 07h de la madruga y tras unos minutos esperando que terminara su recorrido el simpecao de la Hermandad Matriz , la Señora de Almonte salia por la concha de la puerta principal de la Ermita para comenzar la procesion extraordinaria del Bicentenario.
Tras varias horas por los alrededores de la Ermita, pasada las 3h de la madrugada, la Blanca Paloma se adentraba en el Acebuchal tras visitar las hermandades de Huevar, Coria y Pilas rodea del gentío que acompañaba a la Señora de las Marismas.
La procesion avanzaba y se vivieron grandes momentos llenos de emoción,  como los acontecidos en la Hermandad de Sanlucar y sobre todo en la Hermandad de Triana y que acababa con una gran petalada en la casa de la camarista, para llegar a la Hermandad de Huelva,el transito por la calle de la Hermandad Onubense tardo poco mas de 2 min, para salir a la explanada del Eucaliptal con los primeros claros.
Allí y tras visitar varias casas de almonteños y la Hermandad de Gines, se vivieron grande momentos en la Hermandad de Dos Hermanas y para los jerezanos el transito de la Señora de Almonte por la Hermandad de Jerez de la Frontera cuando ya despuntaban los primeros rayos del sol.
Sobre las 8,45h y tras recorrer la calle Carretas(antigua c/moguer), y tras visitar dicha Hermandad y la Hermandad Matriz donde fue recibida con sevillanas, la Señora entraba por la puerta principal de su Ermita, para que minutos despues los Almonteños la posaran en su Altar.

La Virgen del Rocío realizó su recorrido por las calles de la aldea visitando a los simpecados de las 112 hermandades filiales. La Blanca Paloma ya está de vuelta en la ermita, donde entró a las 10.25 de la mañana.

ABCdeSEVILLA.es,CNH.
La Romería de Pentecostés de 2013 de nuevo se cita con la historia. A la gracia del Año Jubilar, que está contribuyendo a universalizar aún más la devoción rociera en un acontecimiento sin precedentes en el Año de la Fe, se le une ahora una procesión por las calles de la aldea en la que el orden ha sido la nota más destacada. Horas antes de que culminara el rosario de las hermandades, algo parecía indicar que las cosas han cambiado y mucho.
Durante el incesante rezo de los avemarías que se prolongan para permitir que los simpecados de las 112 hermandades filiales puedan situarse en la Plaza de Doñana y vuelvan a pasar por la puerta del Santuario, algunas voces llegadas de las inmediaciones de la ermita transmitían un mensaje inédito en la historia reciente del recorrido procesional de la Blanca Paloma. La nave central del templo permanecía completamente despejada cuando el piadoso ejercicio llegaba a su fin. Frontera inexcusable para que los almonteños saquen a su Patrona cuando su Simpecado llega al altar. 24 minutos pasaban de las tres de la madrugada, después de un rosario que se demoró más que en romerías anteriores, cuando la Virgen del Rocío iniciaba su procesión.
Una barrera humana, ordenada y tranquila, conformada por cientos de jóvenes almonteños, continuaba abriendo paso en el interior de la ermita y la Virgen llegaba al dintel de la puerta apenas minutosdespués de su bajada del altar. En ese momento, cuando la Reina de las Marismas saludaba ya a la multitud congregada en la explanada e iniciaba su recorrido por las calles de la aldea, se llenaba el santuario, como es habitual, pero en esta ocasión por la gente congregada en las naves laterales que ansiaban contemplar a la Virgen desde cerca pero que tuvieron que esperar a que saliera de la ermita para poder hacerlo, ya fuera del santuario. La Virgen vivía a partir de ahí una procesión verdaderamente reinante.
Las ráfagas de la Señora, que el obispo de Huelva, José Vilaplana, había asociado en el Pontifical de Pentecostés con la grandeza de la obediencia de María y su sufrimiento en el peregrinar junto a su hijo hasta el triunfo de la gloria de Jesús resucitado, brillaron con más intensidad que nunca en la historia reciente de la procesión. El bendito rostro de la Patrona de Almonte iluminó con su dulce mirar a sus hijos rocieros. Filial por filial, en orden, sin sobrecogedoras caídas, en alto siempre y de frente, la Virgen del Rocío realizaba un fluido recorrido en el que las cientos de miles de personas que participaron respetaron con el entusiasmo de lo bien hecho.
Efémerides centenarias en Triana y San Juan del Puerto, cita con sus hijas camaristas a las puertas de su casa, y salves y vivas de todos sus hijos contribuyeron al deleite del sentir romero. Plenitud mariana reforzada por el Espíritu Santo que de nuevo sobrevoló por el cielo de Doñana. Los que saben de esto, ante los que este humilde cronista calla y escucha para algún día pueda llegar a ser buen rociero, ya presagiaban que cada siete años la procesión es más rápida de lo habitual. Pero en esta ocasión, ante las gélidas y desconocidas temperaturas de esta primavera invernal rociera -que se hizo hermandad en el intercambio de los escasos abrigos del equipaje de los romeros acostumbrados al Rocío con calor- y tras la Venida y la procesión por el pueblo y el multitudinario Traslado de la semana pasada el recorrido sería rápido.
Así fue, la Blanca Paloma regresaba a su altar al filo del mediodía. Allí esperará de nuevo a la historia del año 2013 que el 19 de agosto, en conmemoración de los 200 años del solemne voto de acción de gracias, en otro Rocío Chico para la historia con una nueva procesión de la Virgen del Rocío por su aldea, la casa de todos.

















Imagenes extraidas de la fantastica retransmision de nuestros compañeros de Canal Noticias Huelva . Enhorabuena.
En tres minutos la imagen ha recorrido la nave central de la iglesia y ha salido a la calle cuando en años anteriores ha invertido incluso una hora en ese trayecto.
HUELVAYA.ES.

A las 3 y 22 minutos de la madrugada de este lunes  se ha producido este año eltradicional salto a la reja  de los almonteños. Ha sido sólo unos minutos antes que el pasado año, cuando el salto tuvo lugar a las 3 y 28 minutos. Si algo hay que destacar en la salida de 2013 es la velocidad con la que la Blanca Paloma ha recorrido el santuario. Bastaron apenas tres  minutos  para que la Virgen del Rocío tomara la calle, donde le aguardaba un auténtico mar devoción. En ese trayecto en años anteriores llegó a invertir incluso una hora. Sin embargo, en estaocasión, y gracias al pasillo que los almonteños abrieron en el centro del templo, la salida fue verdaderamente exprés.
La Virgen, a las puertas del Santuario. (Julián Pérez)
La Virgen, a las puertas del Santuario. (Julián Pérez)
La parte central de la ermita del Rocío se había despejado por parte de un cordón de seguridad realizado por los propios almonteños, iniciado sobre las 12 de la noche, cuando aún se llevaba a cabo el santo rosario por las calles de la aldea. Poco a poco, este cordón de seguridad se ha ido extendiendo hasta alcanzar toda la nave central de la iglesia, dejando solo las partes laterales para los cientos de personas que no han querido perderse la salida desde el interior del templo.
El salto ha sido rápido y la parte central de la reja se ha quitado instantes después del mismo. El hecho de encontrarse la parte central de la ermita completamente despejada ha hecho que en tan sólo tres minutos la imagen de la Virgen estuviera en las puertas del santuario para iniciar la visita a las 112 hermandades rocieras, entre los vítores y el aplauso de las personas que se encontraban tanto en el interior como en la explanada.
Nada más abandonar la Virgen su ermita, numerosas personas se dedicaron a recoger la arena acumulada en el suelo del templo para guardarla como recuerdo, una costumbre que encuentra más arraigo cada año.
La procesión de la Reina de las Marismas, que luce un vestido con flores de colores lila, blanco y amarillo. está transcurriendo con celeridad, por lo que se espera que la recogida se produzca sobre el mediodía, aunque esta circunstancia es absolutamente imprevisible. Lo más que se puede vaticinar es una tendencia.
La Virgen ante el Simpecado de La Palma a las puertas de la casa-hermandad. (Celia HK)
La Virgen ante el Simpecado de La Palma a las puertas de la casa-hermandad. (Celia HK)
La Blanca Paloma ha llegado a las 5 de la mañana hasta la Hermandad de La Palma, donde le aguardaba una multitud de devotos con el párroco de la localidad, Francisco Jesús Martín Sirgo, al frente. A las 6.45 la he tocado el turno a la Hermandad de Huelva, la más numerosa de cuantas realizan la peregrinación a El Rocío. Y a las 7 la Virgen se ha plantado ante el Simpecado de la Hermandad del Emigrantes, también de Huelva capital.
Aunque en El Rocío se concentran miles de personas, todos los observadores -y son muchos- coinciden en que se ha producido un significativo descenso de romeros. De hecho, las hermandades no han llevado este año hasta la aldea las cantidades de personas de otros momentos. Y hasta ha habido caminos que han soportado la mitad del tránsito de otras ocasiones. Habrá que esperar a conocer los datos definitivos, pero todo hace indicar que este Rocío ofrecerá unos números más bajos que otros.
La citada circunstancia es achacada por muchos a la crisis y a la complicada situación económica por la que atraviesan numerosas familias y, por tanto, numerosos rocieros. A lo que hay que añadir quelos precios anticrisis brillan por su ausencia en la romería 2013. Si estacionas el vehículo durante 6 horas en el aparcamiento habilitado por el Ayuntamiento en un descampado debes pagar9 euros. Y si decides tomar un chocolate con churros tendrás que sacar del bolsillo 5 euroscomo mínimo. Es decir, que si vas al Rocío con tu mujer, aparcas donde te indican y te tomas unos churros, prepara 20 euros. De ahí para arriba.
La hermandad cerró el camino hasta la aldea presentándose ante la Blanca Paloma Como siempre, júbilo, cantes y bullicio en el largo rato de espera antes de llegar a la ermita.
POR DIARIO DE JEREJerez no cuenta su tradición rociera por siglos. Es más, no llega a la centuria su fundación. Sin embargo, en sus ochenta años ha sido capaz de demostrar su gran rocierismo, una devoción a la Reina de las Marismas que se extiende por todos sus segmentos sociales, desde el más humilde hasta el más notable. 

Es adalid de ese rocierismo que han dejado los buenos rocieros que forman parte de su historia. Abanderado de gestas notables en lo emocional, espiritual y en una pureza romera acorde con la verdad que se persigue en todo esto. Pero además lo hace ahora y antes con estilo, elegancia y señorío, ese del que tanto presume el jerezano y pone de manifiesto en cualquier ocasión que se le presenta. Y el Rocío es una de esas ocasiones, más aún cuando se trata de proclamar 'aquí está Jerez'. Es lo que sucede cada año cuando la hermandad entra en la aldea. 

Ayer fue un calco de esa alegría, gallardía y elegancia con la que los jerezanos se presentan ante el orbe rociero reunido en la romería. La estampa fue una vez más única y sabe a Jerez por sus cuatro costados, con el numeroso grupo de caballistas escoltando a Reyes Domecq, con su banderín de camino, y las banderas de la hermandad, en las alturas, estribadas en las monturas de jinetes. 

Con la misma tónica meteorológica de los días anteriores, el frío viento de poniente acompañó la mañana de la presentación, con nubes que dejaron escapar algún chubasco. La eterna imagen se repitió con la carreta del Simpecado, escoltada por los peregrinos, y los 14 carros atravesando un torbellino de cantes, vivas a la Virgen y a Jerez, sevillanas desde los porches de las casas, colmadas de gente de esta tierra de albarizas. Y también cantadas a pie en plena bulla en las calles Bellavista y Muñoz y Pabón. Fueron minutos de gloria rociera al estilo de Jerez, que se goza hasta el extremo; que llena los espíritus e hincha el orgullo de pertenencia a una hermandad que en lo tocante a las formas y cumplimiento sigue siendo ejemplar. También elegancia en el vestir de los jinetes, amazonas y las rocieras jerezanas que lucen sus mejores galas para una jornada en la que hay que ponerse guapos y guapas porque hay que 'ronear' de jerezano y jerezana, que eso en el Rocío pesa mucho. 

A las 15.45 horas, más tarde de lo habitual, la hermandad llegaba a la explanada frente a la ermita. Sonó el himno nacional. Repicaron con fuerza las campanas. Las mulas del Simpecado tiraron con fuerza para acercarse lo más posible a la 'guardia' almonteña que esperaba en la puerta del templo; cabezas destocadas, como corresponde al respeto del momento; la Virgen en su altar preparada para salir por tercera vez en poco tiempo ; rezo de la Salve; miradas de emoción hacia la penumbra del interior de la ermita; besos, abrazos, agradecimientos y enhorabuenas por la misión cumplida y van cuarenta años haciéndolo por Doñana. 

Fue un día intenso, como se corresponde con el sábado de presentación. Intenso en lo emocional y en las formas, que no se pierden ni se relajan en la hermandad, pero también con una percepción de más tranquilidad en la aldea, circunstancia que a casi nadie escapó. Es la tónica que se repite desde hace algunos años. Hubo menos gente. "Estamos los que de verdad queremos esto", fue el argumento más recurrente entre la gente en otra romería de los años de crisis. El Simpecado entró en la capilla de la casa y copas de jerez para brindar y dar más vivas a la Señora, que por ella sucede todo esto.
El tiempo fue más agradable en la jornada en la que se disfrutó de los primeros arenales Oficiada la primera misa en el camino con los simpecados de Jerez y el puerto
.POR DIARIO DE JEREZ.
No es lógica la paliza del miércoles y la que espera mañana en comparación con lo poco práctico del jueves, pese a que haya razones de peso para no eliminar este día de camino ya sea por cuestiones de organización o lo que sea. Si atendemos al principio de caminar y llegar a una meta, el jueves es inocuo aunque para el rociero que va en la comitiva es un día, eso sí, para disfrutar de lo lindo. No hay prisas, todo fue a un ritmo que no agobia ni mucho menos. Es más, por el corto trayecto a recorrer se lo pueden tomar con toda la calma del mundo, incluso haciendo sus propios horarios al margen del ritmo de la hermandad, algo que siendo ortodoxos vulnera el espíritu que debe imperar. 

La hermandad empezó a disfrutar de Doñana, de su inmensidad, de su belleza y de la armonía que se respira en este extraordinario espacio, con la deseada luminosidad del sol, que saca los colores y la hermosura del lugar; con la sensación de reencuentro con las arenas, los brezos, las marismas y los aromas que regala cada rincón del Coto. El tiempo se presentó bastante fresco, con más sol que nubes. 

Así, el primer encuentro espiritual del camino fue la clásica misa que no ofició el obispo José Mazuelos, como estaba previsto. Sí la presidieron los capellanes de Jerez, José Gil, y de El Puerto, Ángel Pérez del Yelmo, con la presencia del presidente de la Unión de Hermandades, Pedro Pérez. Es todo un rito para Jerez que apela a la tradición de conservar el culto en el camino, pese a que la dirección espiritual de la hermandad sigue un tanto difusa desde la obligada 'retirada' del recordado, anhelado y querido padre Alexis. 

Sin embargo siempre ha habido y habrá un cura con la hermandad, a diferencia de lo que sucede en no pocas hermandades cuyos cultos de camino se restringen a poco. Caballistas en segunda fila y romeros en primera siguiendo la misa; detrás y ajenos, la mayoría tomándoselo con parsimonia tras una noche que fue larga y relajada. O sea, que la misa no formaba parte de sus prioridades del día. 

En ese mismo espacio sin arboleda, excepto por las riberas de la misma marisma, se repartían las acampadas aquí y allá, excepto el núcleo central señalado por la carreta de plata escoltada por los 14 carros. Dejando atrás la Marismilla, se rezó el Ángelus. Y después, arenas y rodás castigadas por el paso de las hermandades que preceden a Jerez. Castigadas, sí pero menos si miramos atrás en el tiempo en cuanto al volumen de vehículos. 

Ya no hay apenas eucaliptos. Esta especie ajena al ecosistema de Doñana está siendo eliminada. Pero en la parte de atrás del palacio de la Marismilla, aún pervive uno, alto y enhiesto, que nos recuerda que allí mismo hace algunos años la hermandad rezaba el Ángelus a la misma hora que el bueno de Pepe Antonio subía hace tres años junto a la Blanca Paloma. 

Los peregrinos, como cada camino, volvieron a tener su momento en su rincón, un lugar junto a la rodá, que se abre a una laguna o marisma, donde los que van andando rezan y cantan al Simpecado. Este año hubo un recuerdo para el hermano mayor y también para Javier Escobar por sus diez años tras el Simpecado. 

El encuentro, además de invitar a todos a ser caminantes en el corto tramo que va hasta el rengue de almuerzo, regaló unos minutos de gloria rociera con sevillanas y plegarias a la Virgen junto al Simpecado. Fueron unos momentos que pocas veces se han vivido en el camino de Jerez.
La hermandad jerezana cumple con el rito de la partida saliendo de Santo Domingo tras la misa de romeros. Todo apunta a que el tiempo no será el mejor aliado de los romeros.
POR DIARIO DE JEREZ.Un año más, en el que además se celebra el cuadragésimo camino atravesando el Coto de Doñana,  la hermandad jerezana se echó al Camino para buscar a la Blanca Paloma, en una romería que se inició cumpliéndose con todo el ritual de la partida: arrancó con la sentida y preciosa misa de romeros en Santo Domingo, el adiós a Jerez por el recorrido acostumbrado y los primeros kilómetros de una jornada especialmente dura por la distancia que se recorrió. 
El ambiente de la salida fue muy justito. Tampoco en años precedentes han habido multitudes. El tiempo no fue precisamente el mejor. No ayudó a coger temperatura. Más bien se pasó frío y nubes, que dejaron caer algún chaparrón. Eso sí, no faltaron las ganas y el entusiasmo de los que se integran en una comitiva muy vistosa y colorista, además de elegante, bien dispuesta y muy organizada. 
Los números vuelven a ser la tónica de los últimos rocíos en los que las cifras de participantes han ido bajando sensiblemente, algo que ayer no se percibió en la salida, ya que en Cristina sólo estaba la caballería, los carros y algún coche. De la crisis sigue sin escaparse lo rociero. Tanto es así que los embarques del día, con hermandades importantes como Sanlúcar, fueron muy fluidos, rápidos e incluso adelantados a los horarios previstos. No obstante, el Simpecado jerezano embarcó a las seis y diez de la tarde, pero desde dos horas antes ya comenzó el transbordo para coches y caballos que se adelantaron. Un dato, el día de ayer, citando una fuente oficiosa, los embarques bajaron entre un 30 y un 40%. Es una buena muestra de que no se remonta y que en el camino van quedando los puros, los que desean peregrinar y los que aman esta vocación rociera en toda su dimensión por encima de las coyunturas temporales, aunque haya que ahorrar. Las cifras de Jerez son unos 170 vehículos, 14 carros, uno más que en 2012, y 60 que van andando. El cálculo global asciende a unas 1.800 personas con Jerez. 
La parte espiritual del Camino se cumplió con el rezo del Ángelus en el Barroso y se pudo almorzar muy rápidamente en Ventosilla. Desde allí hasta Sanlúcar buscando Bajo Guía con la ayuda de la Guardia Civil, que se lo trabaja de lo lindo, para alcanzar la playa sin contratiempos con terreno despejado por delante y con un despliegue de seguridad algo desproporcionado al volumen de personas, vehículos y animales que tiene este momento la romería, que no es el de antaño. En cualquier caso, más vale que en materia de seguridad sobre que falte. Las barcazas de Cristóbal se las aviaron perfectamente para la operación del tránsito de la desembocadura del Guadalquivir, bajo la atenta y algunas emocionadas miradas de centenares de curiosos y de rocieros que se quedaron en ‘tierra’, junto a los ‘guiris’ que nunca faltan a esta cita. La excelente restauración de Bajo Guía seguro que lamenta el bajón, pero lo precios prohibitivos siguen siendo los mismos.
En las arenas de la playa las percepciones son bien diferentes, según en la orilla donde se encuentre. En la de Sanlúcar, nostalgias y un puntito de envidia por lo que se adivina en la distancia al otro lado; en la de Malandar, muchas ganas de decir adiós y adentrarse en las maravillas que regala a los sentidos Doñana con aromas a pino, romero, a marisma y a la mar cercana. Pero sobre todo, olor a Rocío y a la presencia de la Virgen, que ya está más cerca.

Siete hermandades gaditanas pisan ya las arenas de Doñana

Los primeros romeros de la provincia cruzaron ayer el río Guadalquivir por la playa de Sanlúcar en una jornada marcada por los retrasos sobre el programa fijado para la tarde.

Por Diario de Jerez.


La primera jornada de embarque de las hermandades rocieras de la provincia de Cádiz en la playa sanluqueña de Bajo de Guía se desarrolló ayer sin más incidencias destacables que los retrasos que se produjeron por la tarde en el paso de los peregrinos que ya cruzan las arenas de Doñana camino de la aldea almonteña. 

Las hermandades que llegaron a Sanlúcar el pasado lunes y acamparon en Las Piletas hicieron ayer lo propio antes del mediodía. Así, los romeros de La Línea, Chiclana y San Fernando, por este orden, cumplieron con la costumbre de visitar, en primer lugar, la Capilla de Nuestra Señora del Carmen de Bajo de Guía antes de atravesar el río Guadalquivir a bordo de las ya conocidas barcazas de Cristóbal Anillo y la Armada Española. Hasta esa hora el tiempo se mantuvo fresco, llegándose a producir incluso una lluvia pasajera que, como tal, no duró demasiado. A partir de entonces, los rocieros y el público reunido en Bajo de Guía para disfrutar, en plan curioso, de esta jornada tan festiva en la ciudad de la manzanilla no consiguieron librarse del calor, si bien es cierto que no se registraron las altas temperaturas sofocantes de años anteriores. Fue, en definitiva, un día soleado más bien primaveral que veraniego. 

Con los peregrinos de San Fernando ya en la orilla de Doñana, los sanluqueños y visitantes que poco antes de la hora de comer se dieron cita en este punto del litoral gaditano debieron esperar más de lo previsto para ser testigos del embarque de la hermandad de Arcos. Y es que, aunque estaba programado que los romeros arcenses tomarán las barcazas hacia las dos de la tarde, no lo hicieron hasta una hora y media después. De hecho, El Simpecado de los rocieros de esta localidad de la Sierra se hallaba ante la citada capilla justo a la hora a la que ya debía estar la carreta de la hermandad de Rota. 

Pasadas las tres y media de la tarde, Bajo de Guía dejaba de ser escenario del tránsito de devotos a la Blanca Paloma y no recuperó la actividad rociera hasta dos horas después. La demora venía motivada por el hecho de que la hermandad roteña se vio sorprendida por la pleamar a la altura de la playa chipionera de Montijo, un contratiempo que, a su vez, provocó otros inconvenientes al buscar la salida hacia un camino alternativo. Así, por ejemplo, uno de sus vehículos pesados se quedó atrapado en ese tramo del itinerario. 

Tales circunstancias obligaron a la hermandad de Rota a acelerar su paso por la playa sanluqueña cuando llegaron a la ciudad anfitriona del embarque rociero. Esta demora marcó, lógicamente, el desarrollo de las últimas horas de la tarde en Bajo de Guía, cuando debían atravesar el Guadalquivir los peregrinos de Puerto Real y Cádiz. 

En todo caso, se cumplieron las previsiones en términos generales, de tal manera que las primeras siete hermandades gaditanas han dormido esta noche en el Coto de Doñana, como les gusta a los rocieros llamar a este espacio natural de interés internacional. En concreto, los romeros de La Línea, Chiclana, Arcos y San Fernando acamparon en el Cerro del Trigo, en tanto que los de Cádiz, Puerto Real y Rota pernoctaron en el Palacio de las Marismillas. 

El delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, visitó ayer Bajo de Guía para comprobar in situ el funcionamiento del dispositivo del Plan Romero. Acompañado por la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, el máximo responsable de la Junta en la provincia destacó que "el dispositivo está perfectamente acondicionado para cualquier emergencia que pueda surgir". "La coordinación de los diferentes dispositivos nacionales, autonómicos y locales está marchando a la perfección hasta ahora", añadió López Gil. Según apostilló el delegado, "el sistema está muy consolidado y la seguridad es absoluta, aunque siempre haya pequeñas modificaciones para mejorar lo ya existente, que funciona muy bien". 

Por su parte, la alcaldesa manifestó que el embarque anual de rocieros "es un acontecimiento multitudinario que supone un atractivo no sólo para los sanluqueños, sino también para los ciudadanos del entorno". García aludió igualmente a este evento como una oportunidad económica para Sanlúcar. A este respecto, aseguró que "la industria turística, porque es una industria como tal, está permitiendo que esta ciudad empiece a levantar cabeza especialmente en este año". "Hemos tenido una Semana Santa bastante positiva, pese a la climatología; ha ocurrido lo mismo con el puente festivo de mayo; y a partir de ahora empezamos y no paramos, porque después del embarque vendrá la Feria de la Manzanilla y, a continuación, toda la temporada estival, que es muy atractiva y culmina con lo más importante: las carreras de caballos", comentó. 

El delegado del Gobierno andaluz y la regidora sanluqueña tienen previsto acompañar hoy miércoles a las hermandades de Sanlúcar y Chipiona, que embarcarán juntos esta mañana. Hoy también visitará Bajo de Guía el subdelegado del Gobierno central en Cádiz, Javier de Torre. 

Las hermandades de la Costa Noroeste están compartiendo en estos días jornadas muy especiales con motivo del reciente nombramiento de la corporación chipionera como filial de la Matriz de Almonte. Por un lado, ayer los romeros de Rota y Chipiona se encontraron en la localidad del moscatel por la inauguración de una plaza dedicada a la Virgen del Rocío con un monolito en el polígono industrial La Lagunilla, concretamente junto a la antigua estación. Fue hacia las doce del mediodía, de modo que las hermandades de Rota y Chipiona rezaron juntas el Ángelus en este día tan significativo para los devotos que hoy embarcan con los romeros sanluqueños. 

La otra cita destacada para los peregrinos de la Costa Noroeste está prevista para las ocho de esta mañana, hora a la que comienza la misa de romeros de la hermandad de Sanlúcar, en esta ocasión unida a la de Chipiona. La alcaldesa sanluqueña destacó ayer en su visita a Bajo de Guía que "este año la emoción natural que siempre tiene el embarque posee un matiz añadido, porque la hermandad de Chipiona ya es filial, con la de Sanlúcar como madrina".En este sentido, García agregó que "la tradicional misa de romeros de Sanlúcar vendrá cargada de emociones este año. Habrá muchísima gente, porque será una misa compartida por ambas hermandades". 

Al término de este acto religioso que se celebrará en el centro de Sanlúcar, donde radica la capilla rociera de la ciudad, se llevará a cabo el acostumbrado recorrido de los peregrinos por distintas calles y avenidas del municipio. Estas horas previas al embarque también suelen suscitar en Sanlúcar el interés de numerosos devotos y curiosos
La hermandad jerezana, compuesta de 1.800 rocieros, comienza esta mañana su 40 peregrinación hacia la aldea. Esta tarde embarcará en Bajo de Guía.
POR DIARIO DE JEREZ.

La hermandad del Rocío de Jerez ha iniciado esta mañana su cuadragésima peregrinación hacia el Rocío con 1.800 rocieros, 14 carretas y con unos 170 vehículos. Aunque la crisis ha vuelto a hacer mella entre los hermanos, Jerez mantiene cifras similares a las del año pasado. 

La comitiva, en una fresca mañana, emprendió su marcha pasadas las 09:00 horas y tras la tradicional misa de romeros, celebrada en la iglesia de Santo Domingo. Una vez colocado el Simpecado en la carreta principal, que lleva restaurada los candelabros, los romeros partieron hacia el Sanatario para cumplir con la tradición de presentar el Simpecado a los enfermos y la comunidad de San Juan de Dios.

Tras la visita, el grupo tiene previsto rezar el primer Angelus en El Barroso, una vez tomada la carretera del Calvario en dirección Sanlúcar. Los romeros almorzarán aproximadamente a las 14:00 horas en la Ventosilla. El embarque a Doñana en Bajo de Guía está fijado para las 17:30 horas según horario establecido por el Plan Romero. 

Por otro lado, la hermandad jerezana estará este año acompañada por el sacerdote dominico, José Gil, oriundo de León y que, según el hermano mayor Isaac Camacho,  "llega con mucha ilusión y cargado de ganas sobre todo después de ver con nosotros el pasado domingo el traslado de la Virgen desde Almonte a su ermita". 

Camacho, además, destacó que "este año es sin duda es muy especial por todo lo que concurre en el Año Jubilar aunque para la vida del rociero la romería de Pentecostés es la culminación del año, pese a que en este 2013 vamos muy llenos de la Virgen". 
Procesion Extraordinaria Virgen del Rocio
ALMONTE 2013