Traslado para su altar con motivo del Corpus de la Divina Enfermera
de la Hermandad de la Sagrada Mortaja

















La ciudad se viste de aromas para recibir al Santísimo. La procesión recorre el centro, más animado que años anteriores.
Por Diario de Jerez. La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo fue celebrada ayer en Jerez por la Iglesia con el acto fundamental de la procesión que recorrió el centro de la ciudad. Como es costumbre, el cortejo contó con una elevada participación, conformado por asociaciones eclesiales, organismos diocesanos, órdenes religiosas con sede en la ciudad y especialmente por las hermandades de gloria, penitencia y sacramentales, que fueron las que mayor número de fieles aportó; la curia, sacerdotes diocesanos, representación civil y la corporación municipal, presidida por la alcaldesa. El obispo diocesano acompañado por el Cabildo Catedral cerraron la comitiva. En las calles se vio más ambiente que en años precedentes. El cambio de hora aplicado hace tres años, convocando la misa previa a las 19 horas, propicia que haya más gente en las aceras al salir más tarde la procesión.
Como señala la liturgia de la solemnidad, antes de la procesión tuvo lugar la misa que ofició el obispo diocesano, monseñor José Mazuelos, tras la que el Santísimo fue colocado en la preciosa custodia de plata dorada del siglo XVIII, que se usa para la procesión, y que fue situada en el primer cuerpo del paso o custodia grande, del orfebre Gabella Baeza, en el que procesionó. Cercana las ocho de la tarde, el cortejo empezó a formarse y a salir para cumplir con el recorrido fijado, que tomó las principales calles del centro de la ciudad subiendo, primero, por Alameda Vieja para seguir por Arenal y tomar Lancería y Larga, donde las hermandades instalaron una treintena de alfombras creadas con diferente contenido, con alusiones a las cofradías que las montaron o con otras alegorías sobre todo eucarísticas, usando flores, serrín o sal coloreada. También se vieron altares, menos que años precedentes, instalados por La Mortaja, con la Virgen de la Salud, que se venera en Capuchinos; otro con La Divina Pastora en San Dionisio. San José presidió el que instaló El Perdón y un cuarto situado en la calle Larga a la altura de la Alameda del Banco con un Niño Jesús. Recordar que este año el Consejo y el obispado  se desentendieron de coordinar los altares. Así, es de suponer que los que estuvieron lo hicieron por su riesgo y cuenta. Otra aportación cofrade fue que costaleros de La Clemencia se ocuparon de empujar la custodia, mandados por Eduardo Biedma, e incluso, otros hermanos de la misma cofradía, de organizar la procesión. 
De regreso, la procesión lo hizo por Alameda del Banco, Tornería y Plateros, calles que por su configuración abrigaron más la procesión, tal vez fueron los momentos de mayor estética de la misma, gracias a la estrechez y ‘calidez’ que proporcionaron. Desde que el Cabildo Catedral decidió que sólo la custodia se integrara en el cortejo como único paso, la costumbre de que otras imágenes se vieran en la procesión pasó a la historia. Esta circunstancia, de una parte, como argumenta el Cabildo catedralicio, propicia que el Santísimo sea el único protagonista, aunque reste vistosidad al cortejo. Corren comentarios sobre que se podría volver a permitir siempre y cuando el paso en el que fueran las imágenes no superara en belleza y proporciones a la custodia.
En definitiva, sería otra vuelta de tuerca a los experimentos que de vez en cuando se somete a esta procesión con el objetivo de que gane calor popular, algo que apenas se consigue excepto por la aportación de las hermandades, hoy por hoy enfocada exclusivamente en decorar con alfombras y altares determinadas calles porque el resto es competencia del Cabildo Catedral. La procesión sí cuenta con ese calor que le da la amplia participación que demuestra, no en la medida que debiera ser en función de la trascendencia que tiene la solemnidad para el orbe cristiano. Cuestión aparte es la calle, donde se sigue poniendo en evidencia un escaso apego a la festividad, pese a que en los últimos años ha mejorado. Otra cosa son las vísperas de la celebración, cuya programación de actos se cuela a una cita, la Exaltación Eucarística de la sacramental de Santiago El Corpus en Jerez es el que es y poco más se le puede pedir, ya sea por la mañana o por la tarde. De hecho, la historia tampoco es generosa en este sentido
Momentos de la Procesion Extraordinaria con motivo del Corpus de la 
Virgen de la Palma desde la Capilla Cristo del Amor

















Momentos de la Procesion Extraordinaria en visperas del Corpus de la
Virgen de Fatima por las calles de la feligresia en la Bda.España












Momentos de la Procesion Extraordinaria con motivo del Corpus de Maria
Santisima Madre de la Iglesia del Santuario de Maria Auxiliadora
a su visita al Hospital San Juan Grande

















El obispo dice que la Diócesis ha invertido 23 millones de euros en patrimonio en 10 años. Por Diario de Jerez.
José Mazuelos quiso leer ante los medios, ante de su intervención, un comunicado en el que invitaba al diálogo "que siempre es más fecundo que la confrontación", sobre todo porque "se trata de hacer un esfuerzo común para salvar esta iglesia emblemática de Jerez". 

Mazuelos manifestó que "como el consejero decía en la prensa, la Junta de Andalucía ha financiado hasta ahora las obras en la iglesia, por lo que estamos contentos y agradecidos". Sin embargo, dijo querer "precisar unos datos, no tenidos muy en cuenta quizás por falta de información". 

"La Junta, como afirmaba el consejero en la prensa, ha destinado 2,5 millones de euros para la primera fase de obras, con la mala suerte de que al haber tenido que estar paralizadas tres años, resulta que para concluir la primera fase de consolidación -que era a lo que se había comprometido la Junta- hay que destinar, no 38.000 euros como decía el consejero, sino un millón de euros" y continuó diciendo que "por otra parte, en los 10 últimos años, la Junta ha destinado al mantenimiento y conservación del patrimonio de nuestra Diócesis, 4 millones de euros, de ellos 2,5 millones destinados las obras de Santiago. Frente a estos 4 millones, los católicos de la Diócesis, han invertido en el patrimonio, en la última década 23 millones de euros, sin contar las aportaciones de las hermandades y cofradías a sus respectivas capillas". 

El comunicado seguía: "Teniendo esto en cuenta, no podemos decir que la iglesia en Jerez ha sido favorecida por la Junta de Andalucía, sino que a lo máximo que podemos llegar es a decir que todos estamos cumpliendo con nuestra misión". 

Por todo ello, "no es momento de discordia, sino de sentarnos todos juntos para resolver los problemas, dialogando y buscando soluciones financieras, para que en el menor tiempo posible podamos ver las puertas de Santiago abiertas".

Durante más de once años, los problemas estructurales de la iglesia de Santiago han sido una constante, tanto es así que desde diciembre de 2002, cuando el arquitecto jerezano Miguel Ordóñez envió un informe a la Junta advirtiendo de la necesidad de efectuar obras de emergencia en el templo, el problema está latente. 

Por aquel entonces, se informaba de una patología importante en la piedra y cubiertas, solicitándose una actuación inmediata. Sin embargo, no fue hasta 2005, concretamente en el mes de abril, cuando la iglesia se cierra definitivamente al público y al culto por "riesgo de derrumbe". Las obras de rehabilitación no comenzarían hasta el 31 de octubre de 2006, cuando, "con carácter de urgencia", la Junta de Andalucía, apoyándose en el informe del arquitecto Emilio Yanes, hablaba de un presupuesto de tres millones y medio de euros y un tiempo de duración de catorce meses. En medio, el propio ente autonómico recomendaba disolver la plataforma Pro-Santiago creada para la ocasión, una decisión que todavía colea. 

Los trabajos comenzaron pero, en noviembre de 2009, debido a un problema con la empresa Cymtra, quedaron paralizadas. 

A partir de entonces y tras muchos intentos infructuosos, Santiago pasó a ser un 'coto de caza' abierto para delincuentes que comenzaron así a efectuar todo tipo de robos, en muchos casos con elementos decorativos y arquitectónicos de gran valor. 

En los últimos meses, y para evitar más expolios (afortunadamente muchos de ellos fueron recuperados por la Policía Nacional, como las 29 estatuas del baldaquino), el Obispado ha corrido a cargo de la vigilancia del templo, cuyo interior, como ayer reconocía García-Pelayo, "impresiona".
El obispo agradece el apoyo del Ayuntamiento, y espera que "en menos de dos meses" se retomen los trabajos de las dos primeras fases, cuyo presupuesto supera el millón de euros.
Por Diario de Jerez.La diócesis de Jerez y el Ayuntamiento hicieron público ayer su proyecto para 'recuperar' la iglesia de Santiago, cuya rehabilitación permanece paralizada desde noviembre de 2009. Ahora, y debido "al riesgo de derrumbe existente", indicó ayer el obispo José Mazuelos, la Diócesis de Jerez, en colaboración con el Ayuntamiento, ha tomado cartas en el asunto. 

El proceso legal se inició a finales del pasado mes de abril y se concretó el pasado lunes cuando, tras acordar la junta de gobierno local la caducidad de la renovación de la licencia de obras de emergencia de consolidación, se notificó a la Diócesis una orden de ejecución. De esta forma, se evitaba entrar en un proceso judicial que, debido al litigio que mantiene la empresa encargada de llevar a cabo las obras, Cymtra (que entró en concurso de acreedores), con la Junta podía demorarse en el tiempo durante años. 

Por todo ello, y porque además no se podía entrar en la iglesia al estar en posesión de la Junta, según explicó la alcaldesa, María José García-Pelayo, se recurrió "a la vía de la legalidad urbanística". 

Una vez consumada la orden de ejecución, para la que la Junta "ni siquiera nos ha contestado", confesó García-Pelayo, será la Diócesis de Jerez la que asuma "la responsabilidad" y se encargará de "buscar todas las finanzas para acabar esta obra", destacó el obispo. 

Mazuelos agradeció "al Ayuntamiento de que se haya preocupado de que esta iglesia no se caiga", y deseó que la Junta de Andalucía "colabore también con nosotros". 

Dada la urgencia del asunto, el obispo confía en que los temas burocráticos "no se prolonguen más de dos meses. Falta que el arquitecto presente el proyecto en el Colegio y hablar con la empresa constructora". 

A partir de ahí se han programado tres fases, una denominada "de carácter inminente", señaló la alcaldesa, y que engloba la reparación del cerramiento exterior, un plan de vigilancia de la obra y determinadas medidas de seguridad "para que no caigan elementos a la vía pública", continuó. Estas mejoras tendrán un coste de 20.000 euros. 

La segunda fase, denominada de "carácter urgente", atenderá "la consolidación estructural del templo" y tendrá un presupuesto de un millón cuatro mil euros. Hay que tener en cuenta que, según José Mazuelos, "el arquitecto nos dice que todo lo que se hizo no ha servido de nada, hay que terminar lo que se hizo y consolidarlo". 

La tercera y definitiva fase tendría que ver con "actuaciones referentes a suelo, instalaciones de revestimiento, carpintería, acabados y consolidación de cimentaciones", es decir, "devolver al edificio las condiciones normales de uso", apuntó García-Pelayo. 

La primera edil lamentó que "hayamos tenido que llegar a esta situación" e incidió en que "un proyecto calificado por la Junta como obras de emergencia en el año 2006 tenga sus obras paradas desde noviembre de 2009 y eso es algo que no podemos consentir porque estamos hablando de un templo señero en nuestra ciudad y con el que se identifica todo un barrio". 

Asimismo, lanzó un mensaje de unidad "al resto de administraciones, fundamentalmente a la Junta. El Ayuntamiento no se va a quitar de en medio, vamos a ser los primeros en colaborar porque estamos hablando de una obligación no sólo moral sino también institucional, éste es un elemento arquitectónico importante de nuestra ciudad". 

Por su parte, la primera autoridad eclesiástica de la zona también pidió la colaboración de la ciudadanía, en especial "al barrio de Santiago, a sus flamencos, y a las hermandades, porque entre todos vamos a tirar para adelante. Estoy seguro de que Santiago volverá a abrir pronto sus puertas", concluyó Mazuelos.